Equipo Cumbia villera. SAL, 2005
CUMBIA VILLERA: ANÁLISIS DISCURSIVO Y SOCIOCULTURAL
Bruno Berman, Agustina Bogado, Virginia Buscaglia, Gabriela D´Angelo, Mariana Marchese, Ezequiel Robbe, Julieta Sánchez, Marcelo Svartman, María Laura Pardo y María Ignacia Massone
Departamento de Lingüística, Centro de Investigaciones en Antropología Filosófica y Cultural -CIAFIC- y Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas –CONICET, Buenos Aires, Argentina.
Introducción:
A fines de la década de los 90, aparece en la Argentina una manifestación sociocultural denominada cumbia villera. Dicha expresión musical comenzó siendo marginal aunque, actualmente, se encuentra no solo mercantilizada sino que se ha hecho pública extendiéndose a otras clases sociales y a países limítrofes. El objetivo de este trabajo es dar cuenta de las representaciones discursivas que construyen parte del sistema de creencias del grupo del que surge esta manifestación cultural (Geertz, 1987). Las hipótesis teóricas que guían esta investigación en curso son: a) evidenciar qué estructura tienen las letras de la cumbia villera a nivel de recursos y estrategias lingüísticas puesto que muchas de ellas muestran un alto grado de complejidad tanto en el nivel sintáctico, argumentativo como retórico b) dar cuenta de que la cumbia villera es la manifestación sociocultural que ha reemplazado al tango en los ambientes que antaño le dieran origen y c) examinar si esta construcción discursiva responde al discurso que sobre la identidad social y privada tienen los indigentes y pobres que hemos y estamos estudiando mediante historias de vida en un proyecto paralelo. La metodología es eminentemente cualitativa y sigue los lineamientos de Fairclough y Wodak. El corpus consiste de letras de cumbia villera, letras de tangos y rock y cantos de la cancha.
La cumbia villera, subgénero de la cumbia tradicional, comenzó a tomar posición en el amplio espectro de la estética musical. Guachín, Yerba Brava, Meta Guacha, El Indio, son algunos de los tantos nombres de grupos de cumbia villera que están rondando radio por radio, en algunos canales de TV de aire y recientemente con un canal propio, páginas web, importantes revistas, bailantas y boliches bailables a los que concurre gente de alto poder adquisitivo. Es decir que es un fenómeno que en este nuevo milenio parece no distinguir entre clases sociales.
Así como el tango ambas manifestaciones tienen raíces africanas, de hecho, la palabra cumbia deriva de la voz africana cumbé que significa baile. Como su propio nombre lo indica, la cumbia villera está referida a lugares de exclusión, marginalidad, orillas. Este movimiento contracultural es pasible de múltiples lecturas y aunque muchos crean que las letras cumbieras no dicen nada, para nosotros dicen demasiado. La emisión de estas palabras junto al término "villa" coincide con el hecho de que el adjetivo "villera" se usa hoy, como si nada, para describir un sub-género musical. La naturalidad con que se emplea la frase "cumbia villera" demuestra hasta qué punto hemos reducido a fatalidades tales miserias y emergencias. De ahí que el género sea el ruido de los olvidados, explica el periodista Pablo Schanton en el diario Clarín en la nota "Miseria" y "de emergencia" del 23/04/02. El tango y la cumbia villera nacen donde la inmigración cumple el papel de disparador inicial para originar estos movimientos sociales. El tango fue bailado en los arrabales por los descendientes de la inmigración italiana y española que puebla los conventillos y también por los actores del enfrentamiento que caracterizará hasta hoy la diferencia entre la ciudad y “el interior” (“el pueblerino”). Los habitantes de las villas provienen de gente de trabajo que vienen huyendo de la pobreza de diversas provincias argentinas y también de países vecinos, principalmente Paraguay y Bolivia. Así vemos que marginalidad, represión/exclusión, inmigración, márgenes son factores de inflexión en los que se enlazan la génesis de estos dos productos o movimientos sociales.
No es casual que el surgimiento de la cumbia villera se halla originado en la era post menemista, luego del terror ocasionado por un ineficaz modelo neoliberal, donde la privatización y la nefasta mentira del 1 a 1 nos convertía poco a poco en un país en vías de decadencia. Y la gente explotó. La cumbia villera salió a las calles. Algo tenían para decir. Pero ¿qué querían decir?
Te quieren correr / nos quieren barrer / te tiran el rancho / y el tuyo también /Dicen que mi barrio está lleno de hampones / que sólo es un fuerte de droga y ladrones /En sólo una hora se llenó de botones / para tirarlo abajo / y levantar mansiones. /Y ahora tirado estoy / debajo de un puente voy / porque somos marginados /en pelotas nos dejaron / Y ahora tirado estoy / dónde vamos a parar /quemen gomas en la calle / que mi fuerte hay que salvar. (Yerba Brava, en "100% Villero")
La Cumbia Villera encuentra su profusión en la expresión del deseo de ser escuchado pintando una realidad que aún sigue siendo imposible de ver para muchos o solo observada como hechos que le pasan a otros y, en general, ligados a temas de delincuencia y robo.
Tanto el tango como la cumbia villera tienen lenguaje propio: la cumbia villera surge como expresión de la villa miseria y el tango aparece como un corolario del prostíbulo. Las letras de los tangos difundieron el lunfardo llevándolo de las zonas marginadas al habla popular de clases medias (Lipski 1996), en este sentido, la cumbia villera difundió las innovaciones de un grupo social determinado al resto de las clases sociales, particularmente al habla de los jóvenes.
Una característica del lenguaje villero es la coprolalia, que es la preferencia por las palabras agresivamente sucias, con cierto tono “peyorativo”. No conoce eufemismos, utiliza lenguaje explícito que la sociedad excluye de su léxico. Es tal vez esta una de las maneras de expresar la diferencia que marcan con los caretas o conchetos. Gobello y Oliveri (2003) ven dicha desfachatez del lenguaje como degradación. Sin embargo, nosotros adherimos a la idea de que estas manifestaciones culturales son precisamente espacios de creación lingüística, ya que no solo de creación de léxico se trata sino de incluso violación de las más usuales reglas del español, tal como el adjetivo “alta” que viola las reglas del uso de adjetivos: alta flor, alta fiesta, y cuyo uso se ha extendido a todas las clases sociales, siendo más frecuente en el lenguaje adolescente ya que son los jóvenes los que más adhieren a los cambios lingüísticos. Sin embargo, es necesario remarcar que no siempre los significados se trasladan de modo idéntico cuando se cruzan las barreras de las clases sociales. También nos parece importante señalar que estas expresiones violentas son solo una parte de la cumbia villera ya que muchas de sus letras se caracterizan por su léxico romántico, muy pulido en el aspecto métrico y con verdaderos juegos de metáforas, mundos posibles que se logran por el uso del condicional y el subjuntivo y una suerte de nuevo gongorismo en el armado de la poesía.
Consideramos a esta variedad dialectal como un subproducto que irremediablemente se desprende del dialecto rioplatense que lo enmarca, es decir, que tiene al dialecto rioplatense como base conviviendo con este y articulando determinados cambios que le dan su carácter exclusivo (Berman, 2004). Esta variedad podría ser pensada como un sociolecto particular, siempre dentro del dialecto rioplatense vernáculo, en tanto opera una serie de innovaciones lingüísticas propias de una determinada clase social. Es pertinente, en este momento, aclarar que en este trabajo consideraremos la variedad propuesta -la cumbia villera- como impulsora de los cambios o innovaciones lingüísticas en el resto de la sociedad. Pero en todo caso, las innovaciones de la cumbia villera tienen primero su origen en cambios lingüísticos producidos en los barrios de los cuales ellos mismos son parte. Es decir, que a través de la cumbia villera se articula el traslado de los cambios lingüísticos producidos en ciertos sectores de la sociedad, y por lo tanto, resulta un lugar privilegiado para llevar a cabo su estudio. Es preciso tener en cuenta, llegado este punto, el concepto de Labov (1972) de prestigio encubierto, por el cual, un miembro de un grupo refuerza una opción (Halliday 1978) particular de la lengua para establecer un vínculo de pertenencia a ese grupo, tuviere o no este grupo prestigio en el resto de la sociedad. Siempre que hay crisis económicas severas en una sociedad, una nueva fragmentación dialectal puede tener lugar. Probablemente, los grupos que estas crisis dejan marginados pueden encontrar a través de la lengua un espacio o un vehículo para reafirmar su identidad, y por extensión, su ideología, sus valores y también, para expresar, por esta vía tan poderosa, una forma de protesta.
La cumbia villera y el tango en cuanto a sus letras comparten una serie de rasgos importantes. El primero es el de la temática sexual y la droga. Veamos primero la sexual: Podemos notar que el tango - no prescinde de las referencias o connotaciones sexuales que se explicitan aún más en los versos de la cumbia villera. Sexo y droga son dos temas presentes en ambas manifestaciones. Basta recorrer algunos títulos de los primeros tangos: Sacudime la persiana, El Fierrazo, Bartolo tenía una flauta, Que polvo con tanto viento, Dos sin sacar. Incluso "El Choclo" que aunque literalmente significa mazorca de maíz, en sentido figurado y vulgar, equivale al castellano "chocho" o "coño".
Y frases en los primeros tangos como: “Canfinfle dejá esa mina. ¿Y por qué la voy a dejar si ella me calza y me viste y me da para morfar?” o aún más obscenas como .”¿Qué bueno es hacer franela y estar sentado en las sillas mientras que al otario adentro se le plantan las ladillas!//No hay más arrastrada que la vida de las putas: los lunes cobran las latas y los martes andan fallutas”. Gobello y Oliveri (2003) dicen que en el tango el sexo es una consecuencia de la pasión amorosa y de la fidelidad, y que ni el sexo lúdico ni los juegos sexuales entran en su esfera, “los rechaza a tal punto que castiga el juego sexual y la promiscuidad con la pena capital”.
Ahora veamos qué sucede con el tema de las drogas:
Puede verse que en las letras del tango, entre los años 20 y 30, “solían oler a estupefacientes”, dicen Gobello y Oliveri (2003). En el tango Noches de Colón se lee los paraísos del alcaloide para olvidarla yo paladeé, en Cotorro Azul “tengo allí mi elixir, la cocó que ha de hacer disipar todo mal”, en Che Papusa oí “por raro snobismo tomás prisé”, en A Media Luz “como en botica cocó”, en Corrientes y Esmeralda “curdelas de grapa y locas de pris”.
Obviamente en la cumbia villera el tema de la droga es frecuente aunque con significantes diferentes, La Cumbia del Sonidero del grupo Flor de Piedra dice “me crié adentro de un rancho, entre humo, coca y borrachos..” Otro tema interesante es la femeinización de la droga “rescatate, largala a María Juana”(El Gaucho del conjunto El Indio), “Yo tengo una flor/ la tengo que cuidar/y cuando sea grande/me la voy a fumar” (Mi Flor de Damas Gratis). Otros nombres para distintas drogas son todos femeninos: anestesia, vela, vitamina, rama, yerba, chala, sustancia, falopa, pasta, frula, tuka, aunque también hay palabras de género masculino: porro, faso, churro, ravioles. Muchos de estos términos provienen del rock y del lunfardo de los orígenes.
Luego de analizar el léxico de nuestro corpus de letras de cumbia villera, podemos decir que en ella se dan cuatro grandes temáticas íntimamente relacionadas entre sí: el amor frustrado; la mujer objeto de deseo; la injusticia social y la fiesta (el festejo, la diversión).
El segundo tema entonces es el de la mujer.
Ahora bien, si la mujer es la patria perdida o que los ha traicionado, ¿cuál es el lugar de la mujer mujer en el tango? ¿Cuál en la cumbia villera? ¿La falta de respeto llega hasta la mujer en la cumbia como afirman Gobello y Oliveri? ¿Es la mujer en la cumbia solo un instrumento, de qué, por qué? Creemos que la concepción de la mujer en la cumbia villera es más compleja que la tesis propuesta por estos autores. De hecho aún hoy en las villas se sigue defendiendo a la mujer a punta de navaja o de pistola. La mujer sirve en la cumbia villera para mostrar la diferencia, como un elemento más de crítica social, no es la mujer concheta la que ellos buscan “Tú no eres como yo /como yo te buscaba/ como te necesitaba/ por eso es que tú, no/ no vas a ser para mí “ (No eres para mí de Damas Gratis).
El tercer tema es el amor pérdido.
“Me la paso refumado/todo el día intoxicado por tu amor/ mirá como me has dejado/si no me mata la droga/me mata tu amor/tu amor”. (El Churro Verde de Damas Gratis), “Hoy que tengo el corazón partido en mil pedazos/te robastes a mi amor, te marchastes de mi lado...para olvidar a mi amor me deliro en el faso/que me hace alucinar que te tengo en mis brazos” (Solo Aspirina de Damas Gratis). Se dice del tango que es nostálgico por esos amores perdidos, también la cumbia villera lo es.
Más tarde, con la llegada de los primeros letristas cultos, el tango abandona su ámbito original y se ve obligado a disimular la procacidad de sus primeras canciones. Sin embargo, el lunfardo resucita rápidamente, pero ahora en manos de compositores ajenos al mundo delictivo que lo había engendrado. Las letras de Celedonio Flores reflejan los problemas del pueblo y la moral del suburbio, utilizando el lunfardo que habla la gente ("Corrientes y Esmeralda", "La Mariposa", "Mano a mano", "Muchacho").
En relación a la temática del amor, se repite la asociación amor-prisión. El hombre, que en otras canciones representa discursivamente a la mujer como objeto, es el mismo que la caracteriza como poderosa frente a un ser masculino débil: “...gobernado sos vos/ tu mujer te dominó”( Damas Gratis, “El Gobernado”) ; “Por favor no me ilusiones y dime si tú estás en eso”; “Ahora yo me siento preso y no puedo calmar este gran dolor” (Altos Cumbieros, “Dime si tu estás en eso”). Aquí vemos la representación discursiva de un hombre dominado, que ruega cierta piedad. Sin embargo, este mismo ser es el que luego dirá “Ay, mirá como se mueve esta hembra”(Banda XXI, “A mover la cinturita”) ; “Ya no te hacés la linda/ te vamos a entubar”(Grupo Uno, “Alta gira con marina”). Aquí se pone en evidencia un juego de negociación hombre-mujer planteado en la cumbia villera. Si bien, muchas canciones tienen como eje al cuerpo de la mujer; otras tantas focalizan en la debilidad del hombre: “Quisiera explicarte que mi mundo eres tú” (...). Por lo tanto, podemos decir que se presenta a la mujer mediante una imagen desdoblada: por un lado, la mujer objeto; por otro, la mujer amada y fuerte capaz de “romper corazones” y de debilitar al macho cumbianchero.
Refiriéndonos a la fiesta como cuarto tema principal en las letras de cumbia villera, resulta interesante el vínculo directo establecido entre fiesta, cumbia, marihuana, sexo y alcohol. La droga aparece fuertemente ligada al “no tener”, a la desposesión. La pérdida del amor se presenta como una de las causas del consumo de marihuana, así como también de la delincuencia: “ Re loco estoy aquí porque no tengo más tus besos (Grupo Uno, “Re loco”) se que tú no me quieres más / por eso ahora yo salgo a robar”. Parafraseando la letra podríamos pensar en lo siguiente: no tengo tu amor, no tengo nada, entonces, busco lo que me falta en la droga, en el robo. Es aquí que la cumbia parece surgir “para olvidar lo triste de tu vida” (“Mamá soltera”-falta el nombre del grupo). La cumbia villera se propone, a partir de sus letras, como una salida de la tristeza. Claro que esta tristeza no involucra solamente cuestiones amorosas sino también familiares “Hermanito mío,/todo es distinto /desde que mamá se fue/pero Dios se la ha llevado /y sólo él sabe por qué” (Guachín). La cumbia villera da cuenta de un nosotros, de una identidad marcada referida a un grupo que parece compartir una ideología, una manera de ver el mundo, de sufrir y de vivir. Queda claro que el campo semántico de la cumbia villera, del “nosotros”, se liga a la sinceridad, a lo humilde, a la fiesta, a lo grupal “la hinchada”. Mientras que el campo semántico de “los otros” tiene una connotación negativa, ligada a la hipocresía, a la frivolidad. Se construye un nosotros que vive una realidad opuesta a la vida del “careta”. Por lo tanto, “la joda” para el villerío no será la misma que para la gilada. En esta construcción del otro reconocemos claramente a la policía “Decís que te llame Oficial Juan Pérez pero vos me llamás “delincuente” (Juan Pérez, Los Pibes Chorros). El conector adversativo “pero” da cuenta de esta oposición tajante entre la cumbia villera y la policía como una antítesis. La policía se presenta como representante de la injusticia social, como propagadora del prejuicio contra los pobres.
En esta breve y acotada presentación de esta investigación exploratoria es importante destacar que si bien la cumbia villera muestra una realidad difícil de ser aceptada y observada por las clases sociales medias y altas, el sistema de creencias al que responde la cumbia villera sigue siendo el de la clase media burguesa. La cumbia villera muestra una alta adhesión a los valores religiosos y morales propios de grupos conservadores que estipulan que la droga, el sexo, la prostitución, el feminismo, las madres solteras son inaceptables en esta sociedad. La cumbia villera justifica en sus letras la mayoría de estas acciones. Pero es esa misma necesidad de justificación la que nos habla de un sentimiento de culpa y de un reconocimiento de que se ha cometido un error y hasta de una condena (dada por la mala vida del hijo) :
Esta es la historia de una madre insaciable que criando su hijo cometía un error
No oyó consejos siguió sus sentimientos y aunque vendió su cuerpo por su hijo lucho
Amor de madre es un amor infinito es el fruto en el vientre es un regalo de Dios
Algunas veces cometemos errores y esa pobre mujer no tuvo otra opción (Altos cumbieros)
La cumbia villera se muestra así como un espacio de intersección entre un discurso que fue y sigue siendo dominante frente a uno nuevo capaz de ir generando espacios más humanos, más realistas, más honestos, donde buscar el por qué de ciertas actitudes en vez de prejuzgar y condenar. De hecho la clase alta está fuera de aquel discurso dominante pero por motivos muy diferentes como la anulación del otro y el egocentrismo propio de las políticas neoliberales.
Referencias
. Berman, B. (2004). Cumbia Villera: bases para un nuevo dialecto en Buenos Aires. Trabajo para la cátedra Filología, facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires.
. Geertz, C. (1987). La Interpretación de las Culturas. Madrid, Gedisa.
. Gobello, J. y Oliveri, M.H. (2003). Tangueces y Lunfardismos de la Cumbia Villera. Buenos Aires, Corregidor.
. Halliday, M.A.K. (1978). El lenguaje como Semiótica Social. México D.F., Fondo de Cultura Económica.
. Labov, W. (1972). Modelos Sociolingüísticos. Madrid, Cátedra.
. Lipski, J.(1966). El Español de América. Madrid, Cátedra.
1 Comments:
Hola mi nombre Es Emilio Díaz Abregú soy un escritor de teatro de la ciudad de Córdoba. Estoy iniciando una investigación sobre las letras de los primeros tangos para luego escribir una obra. Quisiera saber si tenes información o alguna idea donde buscar material. te invito a visitar mi blog www.elkraneodeyorik.blogspot.com. Saludos Emilio
10:46 p. m.
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