Con este Blog me propongo crear un espacio para compartir con aquellos a los que les interesa el lenguaje. Está especialmente dedicado a estudiantes, investigadores, colegas e interesados en la relación entre lenguaje y sociedad. Espero que este sea un lugar que facilite el intercambio de trabajos realizados, a realizar, investigaciones exploratorias, artículos, comentarios, reseñas. Quedan todos invitados, Laura Pardo

viernes, julio 29, 2005

Panel para ALED Bahía Blanca- 2005 sobre cumbia villera

En este panel presentaré un análisis lingüístico de las letras de la cumbia villera.

El prejuicio en el discurso de los sin techo: una aproximación por Marcelo Svartman

Resulta familiar encontrar en los trabajos de Análisis Crítico del Discurso (ACD) la afirmación de que tanto la discriminación como los prejuicios sociales son mecanismos que se generan a partir de la percepción de un otro como amenaza. No menos frecuente es hallar la distinción formulada por Van Dijk (1988) entre una amenaza de tipo económico y otra de carácter sociocultural: en la primera se ve al otro como aquel que puede quitar mi empleo o disminuir mis posibilidades de acceder a uno; en la segunda el peligro reside en que el otro posee creencias y valores y tiene comportamientos diferentes de los míos. Pese a esto, al realizarse el análisis en estos trabajos no se postula la existencia de correspondencia alguna entre las diferentes estrategias utilizadas por quien manifiesta el prejuicio y el carácter de la amenaza involucrada, sino que la distinción entre tipos de amenazas es incorporada, en el mejor de los casos, como un marco para la interpretación de los datos surgidos del análisis. Lo señalado guarda cierta relación con un reproche que en reiteradas oportunidades se ha lanzado sobre la práctica del ACD: que la dimensión crítica –la intención de luchar contra la reproducción de la desigualdad y la injusticia social–, quita atención, y hasta puede llegar a la neutralización, de la dimensión discursiva –dar cuenta del modo en que el discurso contribuye a dicha reproducción–. Como observa Menéndez (2002), eso puede derivar en situaciones contrarias a los objetivos mismos de la investigación: “Caer en un ecleticismo teórico que no logra resolver problemas discursivos puede ser un riesgo que tal vez anule los propósitos que se persiguen”. De tales objeciones solo puede reconocérsele una utilidad a la segunda: la de pretender iluminar los senderos por donde debería desarrollarse el ACD para no diluirse en una ciencia de buenas voluntades. La otra no goza siquiera del beneficio de parecer apropiada: reclama del ACD correlaciones entre la serie lingüística y la extralingüística como las proporcionadas por la sociolingüística laboviana, lo cual, a todas luces, resulta improcedente: a) porque el ACD trabaja con textos y ya ha quedado claro desde Lavandera (1977) que no puede sostenerse la existencia de una variable más allá del nivel fonológico, cuando ingresa el significado; y b) porque no cualquier información extralingüística puede computarse mediante un cálculo cuantitativo. Si he traído ambas objeciones es porque considero relevante explicitar una cuestión. El ACD es una perspectiva de análisis que utiliza metodología cualitativa y encara la investigación en forma multidisciplinar. Se basa en un análisis lingüístico exhaustivo del texto y en un profundo análisis del género en el que este se inserta, lo que solo se puede lograr mediante estudios estadísticos de las frecuencias de uso de las formas lingüísticas. Se accede al plano social inductivamente, a partir del análisis de los datos lingüísticos, buscando su triangulación con otros de índole histórica, antropológica, psicológica, etc. Lo que me interesa subrayar es que esta triangulación no elimina la interpretación, lo cual se debe, tal como lo señala Wodak (2001), a que la práctica social modifica a la discursiva y a la textual y estas, a su vez, a la social de modo dialéctico. Sostener lo contrario es negar que la acción lingüística sea una acción social.
Sin duda, el prejuicio expresado verbalmente es uno de los mejores ejemplos de esta asociación. Es por eso que creo pertinente insertar este breve comentario metodológico antes de comenzar a desarrollar mi exposición. Esta tiene como objetivo poder relevar algunos recursos y estrategias lingüísticos por medio de los cuales se manifiestan prejuicios contra personas de la calle en las historias de vida (Linde, 1993) de otros sin techo.
El análisis que propongo se ha efectuado sobre un corpus de 10 historias de vida recogidas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires entre agosto y septiembre del año 2003. Cada una de estas historias tiene una duración aproximada de una hora de grabación. Pertenecen a personas que viven en la calle y fueron producidas en ese contexto: una plaza, un parque, las escalinatas de una iglesia, junto a las vías de un tren. Se trata de una investigación de índole exploratoria que se encuadra dentro de un proyecto llevado a cabo en el Departamento de Lingüística del CIAFIC sobre identidad personal y social de los sin techo.
Desde lo metodológico, y como ya ha adelantado, el trabajo desarrollado es eminentemente cualitativo, sigue los lineamientos propuestos por Wodak (2000) y la perspectiva tridimensional (Fairclough, 1995) según la cual se entienden los textos como una forma de práctica social, discursiva y textual.
De las 10 historias de vida analizadas, solo en tres de ellas aparecen prejuicios contra otra gente que habita en la calle. Por prejuicio entiendo, tal como lo definiera Van Dijk (1987),
una forma de representación social compartida por los miembros de un grupo, adquirida durante los procesos de socialización y transformada y puesta en práctica en la interacción cotidiana y a través de los medios de comunicación.
A continuación mencionaré los recursos y estrategias lingüísticos elegidos para su presentación. Conviene aclarar que en muchas de las emisiones seleccionadas se observa la coocurrencia de más de un prejuicio.
I. Utilización de la voz del otro, mediante discurso directo, para justificar una evaluación negativa. Ej. 1: Ellas se llevan todo: “Para mi primo, para mi sobrina que está allá, que está allá”, se llevan todo. (LM)
II. Utilización de la propia voz, mediante discurso directo, para expresar un prejuicio. Ej. 2: “Para mí no hay nada, pero esta otra se llevó todo. Que se vaya a laburar a su país. (LM)
III. Uso de la 1º persona para presentar la –supuesta– perspectiva del otro. Intenta provocar un efecto de verosimilitud. Al contrario de lo que pudiera parecer, no es una estrategia en donde se manifieste cercanía con la perspectiva del otro. La pregunta final traslada al entrevistador la valoración de los discursos puestos en juego. Ej. 3: Me levanto, desayuno, tengo la comida, tengo la merienda, tengo la cena, boludeo por ahí, me tomo un vino ¿me voy a calentar en buscar laburo? (LM)
IV. Enfrentamiento con la perspectiva del otro a través de la utilización de la 2º persona. Busca establecer una demarcación de lugares (yo vs. los otros) a través de evidenciar una oposición entre dos discursos. Ej. 4: Dormiste en la calle o dormiste en un dormi, en donde sea, en fin, un buen sánguche, un buen desayuno, lo que vos quieras, a las seis y media listo y de ahí andá a buscar laburo, caminá todo el día, hermano. (LM)
V. Construcción de una situación hipotética en presente del indicativo. Se propone una escena cuyo resultado funcionaría como justificación de una postura sostenida por el entrevistado, en este caso la de preservar la propia integridad física aun cuando eso significara tener que soportar ciertos comportamientos que se consideran inadecuados. El presente da a la situación hipotética un matiz de realidad. Ej. 5: Entonces lo que pasa es que a la vez yo soy solo “Buen día, buenas tardes”, estoy solo, pero vos sos el sarnoso y tenés veinte sarnosos más al lado tuyo y yo por mí “Eh, calláte la boca no digas nada” y saltan los veinte sarnosos y me rompen todo a mí, entonces yo me tengo que callar. (LM)
VI. Construcción de una situación hipotética + participante diferente de la 1º persona + discurso directo de la persona de la calle + evaluación prejuiciosa. Se proporciona una cadena de mitigaciones para equilibrar el grado de compromiso con el prejuicio que se manifiesta. Ej. 6: Vos ya lo vas a ver cuando lo entrevistés también, ahí te vas a dar cuenta “No tengo, no tengo, no tengo, no tengo, no tengo, no tengo.” (OR) Ej. 7: Hay algunos, es decir, eso con el correr del tiempo se ve, el día de mañana que vengan digan “Diez o todos estos que están en esta cuadra pueden ir a dormir a tal lugar, con comodidades, todo”, pero muchos dicen “No, yo no voy”, pero porque están acostumbrados a la calle, se sienten más libres, no se sienten presionados. (J)
VII. Presentación de una situación sin coordenadas témporo-espaciales precisas en la que el prejuicio se manifiesta a través de la intervención de un proceso mental. La figura del pensamiento intenta dar apariencia de que el resultado de la evaluación, la conclusión prejuiciosa, surge de un análisis objetivo que se encuentra más allá de las opiniones y valores del entrevistado. Ej. 8: Claro, sí, es así, porque aunque no tenga estudio, no tenga preparación, el tipo lo que ve te lo tiene que decir, entonces es una cosa coherente, ahora si vos lo escuchás hablar, todas, todas, todas pavadas, o pelotudeces, te decís "¿Este hombre de dónde carajo es? sí, es de la calle”, y te vas. (OR)
VIII. Modalidad deóntica + negación + 3º persona. Se utiliza para contraponer en forma explícita la –supuesta – perspectiva de quien se crítica con la propia. Ej. 9: Ej: La calle sirve o esos lugares sirven para, eh... momentáneo ¿viste?, el tipo tiene que evolucionar, de una manera u otra tiene que enganchar laburo, hacer su vida, vivir el confort, medio, poco, mucho, pero salir, no quedarse momentáneo en la calle, la calle, la calle, la calle y haciendo pillerías. (OR)
IX. Generalización + prejuicio. Se determina un conjunto y se le atribuye una propiedad. El nivel de visibilidad del prejuicio es altísimo: cobra la forma de su definición. Ej. 10: La Iglesia subvenciona pero tiene muchos sinvergüenzas adentro, porque todos esos son una manga de vagos (OR)
X. Utilización de lexemas con significado amplio y carga negativa. Este recurso ofrece un balance altamente favorable –en términos de imagen positiva– a quien lo utilice: poco riesgo y buen rendimiento. Requiere de un concepto que, por su multiplicidad semántica, permita señalar, o insinuar un señalamiento, hacia otros conceptos. Argumentativamente funciona como una falacia, esto es, un razonamiento cuya conclusión no se deriva necesariamente de sus premisas pero intenta aparentarlo. A nivel cognitivo pretende activar las representaciones sociales que sobre el prejuicio en cuestión pudiera poseer el interlocutor. Ej. 11: A veces son circunstancias pero están acostumbrados mucho al pillerío ¿viste?, al pillerío, a vender teléfonos, un repasador, una camisa y así viven. (OR) Ej. 12: Si ves, son todas pillerías las que hacen los tipos, van con los facones, con los cuchillos. (OR) Ej. 13: Por más que no sean creyentes, no tengan dinero, no pueden estar tomados en la puerta de la iglesia, todo ese tipo de malandrerío que hay que hay en el tema de la calle. (OR)
XI. Contexto de evaluación negativa + Vaguedad léxica. Permite que el prejuicio no se manifieste abiertamente. Esa misma falta de definición hace disminuir la fuerza argumentativa de lo expresado. Ej. 14: Que con ese criterio hay mucha gente que no hace más nada, aparte se deja estar ¿no? no se baña, toma y una serie de consecuencias de cosas que las vas a notar (OR)
XII. Negación del prejuicio + pero + prejuicio: Con este recurso se pretende reducir una posible amenaza contra la propia imagen positiva mediante la negación directa del prejuicio. Resulta útil para la manifestación abierta del prejuicio. Ej. 15: Lo que yo no entiendo es, yo no discrimino a nadie, yo no despotrico contra nadie ¿no? pero entran bolita, bolita, bolita, peruano, bolita, peruano, argentino, bolita, peruano, bolita, peruano, bolita, peruano, bolita, peruano, argentino. (LM)
Podría considerarse que la distinción que propongo entre algunos de los recursos relevados no resulte adecuada explicativamente y que, de reunirlos como un solo recurso, se proveería una mejor explicación. Me refiero puntualmente a I, II, V y VI, que podrían agruparse como narrativas (Labov & Waletzky, 1972) He optado por no hacerlo por dos razones: a) porque creo que en una investigación exploratoria conviene seguir en forma extrema el criterio de que a cada diferencia en la forma le corresponde una diferencia de función, de modo de no anular tempranamente distinciones que podrían ser productivas para el análisis y b) porque considero que V y VI, en tanto que presentan situaciones hipotéticas, no se ajustan a la definición de narrativas. Quedará para la futura investigación establecer si conviene o no mantener el criterio adoptado en esta oportunidad.
¿Cuáles son los sin techo que manifiestan prejuicios contra otros sin techo? He dicho que de las 10 historias de vida analizadas solo aparecían emisiones prejuiciosas como las indicadas en 3 de ellas. ¿Qué ocurre en las 7 historias de vida restantes? RN y A localizan cierta amenaza en gente que viene de fuera de la calle: Te cae una bandita ahí que Dios mío (RN); Hay que cuidarse de los pendejos, están zarpados, diecisiete, dieciocho años el pendejo y ya anda con un fierro en la mano (A). R no solo no ataca a la gente de la calle, sino que elige una parte de ese conjunto, los inmigrantes, y los defiende. Para eso se apela a la experiencia: No puedo hablar mal de ninguno porque yo tengo amigos peruanos, tengo amigos bolivianos, tengo amigos paraguayos, bueno en fin todos; Los que yo conozco en la calle son gente buena, nada que ver (R)
No hay en estas historias una preocupación por separarse de la representación discursiva dominante que hay sobre las personas que viven en la calle (). De hecho, se asumen como propios varios de los rasgos que conforman ese estereotipo: tomo (Chupo un par de vinos, me pongo en pedo, cuando estoy muy en pedo me pongo a dormir –A–), soy peligroso (Peleas, peleas, peleas, peleas, qué pasa, yo cuando me peleo me encarnizo y mando al patio a cualquiera –A–) y estoy acá por mi culpa (Se me brindan oportunidades, eh, se me brindan, no, no, no tengo nada que decir de “¢Uh, qué mal que me”, no, no, se me brindan, solamente soy yo –RN–.
En franca oposición se encuentra la visión que los otros sin techo tienen sobre sí mismos. Cada rasgo que se identifica con el ser de calle es un punto que sirve para la diferenciación: si ellos son vagos, nosotros somos trabajadores: Yo tenía tres camiones, trabajaba, trabajaba y llegaba ¡ah! muerto (LM); si ellos son borrachos, nosotros no: Fumar sí, fumo, pero tomar no tomo (OR); si ellos son peleadores, nosotros evitamos la pelea: Si quieren pelear, me voy (OR). Distanciarse del otro (la persona de la calle) significa en este contexto protegerse de la visión que el otro (la sociedad) tiene sobre mí. A la vez, esto le permite a los sin techo fantasear con la posibilidad de pertenecer a ese otro grupo del que se encuentran excluidos (Bauman, ) .
Esta cualidad que señalo, el no representarse como participante del ser de la calle, se vincula estrechamente con una que, siguiendo a Pardo (2003) funciona como estructuradora del discurso sobre la identidad en los sin techo: el ser o no ser de la calle. En varias ocasiones OR, LM y J presentan su situación en la calle como algo provisional: Viviendo ahora en la calle, bah, por el momento (OR). De hecho, se llega en algunos momentos hasta a negar tal situación: Bah, en la calle no estoy. (OR).
Con lo visto, espero:
1. haber demostrado la pertinencia y necesidad de analizar la manifestación de prejuicios en los sin techo como un modo de aproximación a la construcción discursiva de su identidad;
2. haber contribuido, a partir de los recursos y estrategias relevados, al conocimiento lingüístico sobre el prejuicio;
3. haber mostrado la posible productividad de encarar el análisis lingüístico de los prejuicios desde teorías o estudios sobre la argumentación y sobre los discursos referidos, así como la probable conveniencia de examinar los recursos y estrategias teniendo en cuenta la noción de gradualidad y
4. haber dejado en claro que resultaría necesario complementar el presente trabajo con un estudio sobre los recursos y estrategias utilizados para rechazar o cuestionar prejuicios cuando se presentan como una amenaza contra la propia identidad.

Referencias bibliográficas:


van Dijk, T. A (1984). Prejudice in discourse: an analysis of ethnic prejudice in cognition and conversation. Amsterdam: J. Benjamins.

van Dijk, T. A.(1987). Communicating racism: ethnic prejudice in thought and talk. Newbury Park: Sage.

van Dijk, T. A. (1988). El discurso y la reproducción del racismo, en: Lenguaje en Contexto. Vol , Nº1: pp. 131-180.

Fairclough, N. y R. Wodak (1997). Análisis Crítico del Discurso, en: T. A. van Dijk (comp.). El discurso como interacción social. Barcelona: Gedisa.

Fairclough, N. (1995). Critical Discourse Analisis. London: Longman.

Labov, W. y Waletzky (1967)

Lavandera, B. (1977). Where does the sociolinguistics variable stop?, en:

Linde, Ch. (1993). Life Stories: The creation of coherence. New York: Oxford University Press.

Menéndez , M. (2002). en. Discurso y Sociedad. Barcelona: Gedisa.

Pardo Abril, Neyla. 2003. en: Leda Berardi. 2003. Nuevas perspectivas en Análisis Crítico del Discurso en Latinoamérica. Santiago de Chile: Frasis

Wodak, R.(2000). ¿La sociolingüística necesita una teoría social? Nuevas perspectivas en el Análisis Crítico del Discurso, en: Discurso y Sociedad, vol. 2, Nº 3: pp. 123-147.

Wodak, R. 2001.

jueves, julio 28, 2005

Sobre las representaciones discursivas culturales de los sin techo por Elba Guntern

Análisis discursivo de representaciones culturales de los indigentes.
Guntern Weibel, Elba.
UNL (Universidad Nacional de Litoral), Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias. Santa Fe.
UADER (Universidad Autónoma de Entre Ríos), Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales. Oro Verde, Entre Ríos.
negrimiguel@arnet.com.ar

La cultura de los indigentes a partir de su propia representación discursiva.
Fundamentación
Esta ponencia es una parte incipiente de la tesis doctoral cuyo tema es el mencionado (La cultura de los indigentes a partir de su propia representación discursiva). Dicha tesis pretende abordar aspectos de la cultura de los indigentes, a partir de la representación discursiva que estos hacen de ella. Se inscribe además, dentro de un proyecto mayor sobre la representación discursiva de la identidad de los indigentes en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en la de Santiago de Chile, Chile, dirigido por la Dra. María Laura Pardo.
Nuestra investigación es motivada por el hecho de tomar conciencia de que en la actualidad, gran parte de la población se encuentra por debajo de la línea de la pobreza y dentro de este sector muchos son indigentes.
Como marco de referencia tendremos en cuenta, de qué manera algunos aspectos del fenómeno de la globalización -especialmente en el caso de la re-estructuración de los procesos identitarios personales, sociales y también nacionales- se representan en las manifestaciones discursivas de grupos indigentes, concretamente de la ciudad de Rosario, Provincia de Santa Fe.
Para comprender un proceso identitario es menester tener conocimiento de su contexto social y político, o lo que se denomina su práctica social. La identidad nacional y las identidades regionales entran en crisis cuando están en una etapa de globalización. Frente a una situación globalizadora, es decir hegemónica, se produce un movimiento de tensión “antihegemónico”; los sentimientos nacionalistas se incrementan al mismo tiempo que se mitigan la cultura y la idiosincrasia de cada nación. Se da una especie de quiebre, transformación y destrucción de los estados nacionales y esto produce un choque en la identidad nacional y por consiguiente en la estructura identitaria individual puesto que dicha identidad se construye socialmente. De aquí que consideremos la importancia de estudiar los procesos que determinan la identidad nacional. (Pardo,2003)
Por todos es conocido que, a finales del siglo XX se incorpora en la Argentina un sistema neoliberal que prioriza el capitalismo como única manera de encaminar lo económico y lo social. Como consecuencia, el país ha recorrido el camino de la destatización que implica aspectos perjudiciales desde un punto de vista social como la invasión jurídica de leyes sociales, la corrupción y particularmente un alto índice de pobreza e indigencia, entre otros.
Por su parte, el gobierno nacional no opera de manera nivelada en cuanto a su inversión en programas sociales quizá como consecuencia del citado capitalismo que produjo un proyecto elitista o sectario donde se puede apreciar que la distribución de la riqueza y de los derechos del hombre se reducen al alcance de algunos que son los que están relacionados con el poder. En este contexto de alienación, cada sociedad estructura y reestructura las identidades de sus integrantes a través de distintos aspectos que se manifiestan socialmente como es el caso de la cultura.
Es sabido que la cultura se representa discursivamente a través de ciertas expresiones como la música, la pintura, la literatura (entre otras). Esta última, a su vez, se diversifica en: poesía, narraciones, etc, que evidencian también la identidad de sus autores. Es posible entonces, analizar tales manifestaciones a partir del discurso porque es en él donde se pueden ver las representaciones culturales. En otras palabras, la cultura es una representación social y, como tal, encuentra su concreción a partir del discurso, ya que éste es movilizador y permite la construcción y luego la expresión de toda representación social, que varía según su contexto.
Dentro de estas representaciones sociales nos resulta interesante rescatar el surgimiento de medios alternativos de expresión. Ellos están conformados por la publicación de revistas, como proyectos editoriales que se han convertido en medios de subsistencia de los indigentes, “cuyo punto de partida y fin es el de convertirse en la “voz” de los “sin voz”.[Éllos] Se han constituido y presentado como la prensa de la gente de la calle, embanderando la lucha por la restitución de la dignidad, la identidad y el desarrollo personal de estas personas a través de la autogestión. (Noblia, 2003 )
Según Noblia (2003), estas publicaciones tienen como referente a la revista The Big Issue . Se trata de un proyecto independiente que pretende brindar un espacio de expresión al mismo tiempo que un medio de manutención para aquellos que no tienen “techo”, es decir que son indigentes.
Cabe preguntarse entonces:
- ¿La cultura es una forma de manifestación que permite expresar carencias socio- económicas? ¿Qué ocurre con la cultura de los indigentes?
- ¿De qué manera las relaciones interculturales influyen en las manifestaciones culturales de tal sector?
- ¿Es posible percibir una cultura propia de este grupo de personas de la ciudad de Rosario a partir de sus manifestaciones discursivas?
Es necesario señalar que no hay una sola representación discursiva acerca de ningún concepto (por lo tanto ocurre lo mismo con la cultura), sino que siempre hay varias narraciones, argumentaciones acerca de cualquiera de ellos. Lo que ocurre con frecuencia es que se toma al discurso dominante como el determinante del punto de interpretación, aunque no sea el más general, ni el más relevante. Su valor está dado por el poder que detenta dicha narración o argumentación.(Pardo, 2003 ) Por lo tanto, en nuestra investigación, se efectuará el análisis de los textos de la revista “Ángel de Lata” a partir de la consideración de que sus emisores forman parte de una comunidad particular como lo es la de la ciudad de Rosario.
Objetivos: para poder responder tales interrogantes, en este trabajo trataremos de:
- identificar qué representación discursiva de cultura tienen (en sus sistemas de creencias), los indigentes; y a partir de allí:
- determinar la forma de re-estructuración de procesos identitarios individuales y sociales.
Puesto que consideramos que la identidad de los que representan más del 50% de la Argentina y que están en la línea de indigencia se puede traducir en posiciones que se incorporan en el discurso y que se constituyen en ideológicas, pretendemos analizar sus manifestaciones discursivas, para ver de qué manera se alejan y de qué manera se acercan a discursos de otros grupos de la comunidad. Existen pocas encuestas sobre el grupo de personas que conforman los “sin techo” que se hayan analizado desde una perspectiva crítica a partir de la lingüística.
No se trata de considerarlas como posiciones fijas ya que se construyen bajo la influencia de relaciones interculturales que están mediadas por el carácter heterogéneo del discurso. Estas relaciones interculturales son parte de la “dialéctica de lo local y lo global” (Magalhàes, 2003). No obstante, buscamos descubrir en dichas posiciones la representación de la identidad personal y la identidad social en situación de indigencia, o la identidad en la calle, de los “sin techo”.
La narrativa como lugar de acuerdo y desacuerdo en la experiencia del mundo
Dentro de las posibles representaciones discursivas de la cultura optamos por analizar la “narrativa” de los que escriben la revista Ángel de Lata. Coincidimos con Bruner (2003) en cuanto a que el narrar es un impulso natural que comparten todas las culturas. Mediante la narración hombres y mujeres pueden procesar, dar sentido y fundamentar sus experiencias de vida.
Toda narración implica la captación de sujetos, acciones, intenciones y consecuencias de dichas acciones en un determinado contexto. La narración constituye una modalidad discursiva que permite posicionar al sujeto y a las reglas de su construcción en una trama. Esto permite el desarrollo de la autocomprensión que dependerá de la participación en las redes de comunicación donde se producen, se interpretan y se median las historias. (Larrosa, J. 1996).
Podemos decir que “somos lo que contamos”. “Contarnos” a otros es construir un relato del que somos protagonistas, creadores y narradores. Estamos ante una construcción “narrativa” de nosotros mismos, y de eso se trata la autocomprensión. También comprender al “otro” implica comprender los relatos que él cuenta sobre sí mismo. Es esa narrativa la que otorga identidad a la persona.
Si partimos de la idea de que la trama narrativa organiza nuestra experiencia del tiempo (Ricoeur 1998), podemos considerar a los “sin techo” como “sujetos con conciencia de sí mismos en el presente, en la realidad que les toca vivir, con conciencia de quiénes han sido, de dónde vienen y con la necesidad de proyectar quiénes serán. Se trata entonces de pensar la posibilidad de que la revista que ellos producen sea una propuesta articulable con la proyección de futuros posibles que reviertan su situación actual.
Pretendemos reconsiderar esos “relatos de vida” y reflexionar sobre ellos como una lectura de sus experiencias “del” mundo y “en” el mundo pero también como una lectura de nuestras propias historias como receptores dentro de un misma sociedad.
Esto es pensar lo que somos y lo que son los “otros”, no como discurso social impuesto atravesado por lógicas de poder y de control, sino como autoconciencia desde la “política de la identidad y la lucha política”( Larrosa, 1996), en torno a quiénes somos.
Por eso consideramos valioso analizar los “relatos de vida” y ver allí:¿qué historias se cuentan? ¿Por qué? ¿Qué lugar ocupa la “voz “de los “sin voz” en la pluralidad de voces que constituyen las historias de la cultura?
La multiplicidad de interpretación del mundo debe ser considerada en cada una de sus manifestaciones. Esto es parte de la admisión de que transmitir cultura también supone hacerle frente a las adversidades que provocan cambios culturales
Desde este enfoque, ver el lugar de la narrativa de los “sin techo” como representación discursiva de la cultura, supone descubrir la interpretación de su representación del mundo, la captura de los acontecimientos (“lo que les pasa”) y la elaboración de una trama donde las experiencias se articulen en una secuencia significativa. Es un reconocimiento del presente a partir de lo significativo y no a partir de lo efímero y permite de este modo la construcción de un futuro.
Si consideramos que la narración está constituida por tres elementos: Significatividad (transmitida por el pasado); valor (transmitido por el presente) e intención (transmitida por el futuro), mirar las narrativas de los “sin techo” es mirar relatos que organizan y dan sentido a la voz de los sin voz; es resignificar la experiencia que se está contando, comprender otras identidades como parte de nuestra propia identidad. Es un lugar de “acuerdo” y “desacuerdo” en la experiencia del mundo que nos toca vivir.
Planteamiento teórico – metodológico
Esta investigación se inscribe dentro de la Lingüística Funcional en el marco del Análisis del Discurso, desde una perspectiva crítica, por lo tanto se encuadra dentro del Análisis Crítico del Discurso (de aquí en más ACD),
Debido a que, como todos sabemos, el ACD ha permitido el examen de textos y hechos en distintas prácticas sociales y propone una teoría y un método para describir, interpretar y explicar el lenguaje desde su contexto sociohistórico, consideramos que es apropiado para el presente trabajo como contribución al debate de asuntos relacionados con fenómenos sociales como la discriminación, el sexismo, el racismo, la manipulación institucional, los cambios en la identidad personal y social
Si adoptamos la postura de que el ACD supone un compromiso de tipo social y político, analizar la cultura de los indigentes, como centro de estudio a partir del uso de determinados discursos que permiten construirla desde una mirada particular, es coincidir con van Dijk (2003), en cuanto a su concepción del ACD como “una estrategia de solidaridad activa con los sectores más desvalidos de la sociedad
Por otra parte, tendremos en cuenta la Teoría de las Representaciones Sociales (TRS) y su relación con el ACD, que nos permitirán un mayor acercamiento a la cultura. Trabajos actuales (entre otros, el ya citado de van Dijk, 2003), manifiestan que la explicación de los discursos sociales se estructura a partir de la confluencia de lo social, lo cognitivo y lo discursivo. De esta manera se entiende la cognición social como forma vertebradora del conocimiento de un determinado grupo humano.
La convergencia de la TRS y el ACD radica en la búsqueda de la comprensión de la cultura dentro del discurso y desde él.
Este trabajo será de carácter cualitativo y partirá de los presupuestos metodológicos de Fairclough y Wodak (1997), en cuanto a la consideración de que tanto el texto escrito como el oral son prácticas de tipo social.
Es dable aclarar que se efectuará la triangulación de datos estadísticos con datos cualitativos. La teoría devendrá del dato y no a la inversa.
Se considera además a esta investigación, de carácter multidisciplinario para que permita abarcar estudios de las estructuras discursivas, cognitivas y sociales como es necesario desde toda perspectiva del ACD.
Corpus
El corpus central que se analizará estará conformado por una serie de entrevistas (30), que se efectuarán a los “indigentes” de la ciudad de Rosario, Provincia de Santa Fe. Tales entrevistas serán consideradas como “historias de vida”.
Este material oral se comparará con textos escritos, que también formarán parte del corpus, recabados en la citada revista “Ángel de Lata”. Se utilizarán muestras de control sobre Medios de Comunicación Social que permitan establecer una relación directa con el corpus y se cuenta con dos muestras de contraste realizadas: una, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y, otra, en la ciudad de Santiago de Chile, Chile.
Fuentes
La fuente estará dada por las historias de vida (textos orales) y por las revistas citadas.
Conclusión
Debido a que como ya dijéramos, existen pocas encuestas sobre el grupo de personas que conforman los “sin techo” que se hayan analizado desde una perspectiva crítica a partir de la lingüística, presentar el avance de nuestra investigación en el marco de este Congreso supone la socialización de nuestro interés por la temática abordada y la esperanza de encontrar “aliados” que se sientan convocados para un planteamiento semejante en otras regiones de nuestro país. De este modo, nuestro trabajo no resultará aislado, sino que seguirá tratando de tejer redes comunicativas que permitan entrelazar distintas voces de los “sin voz” como una manera de dignificar y rescatar el valor del discurso identitario de otros sectores sociales con el fin de que no necesariamente sea el discurso dominante el que determine el punto de interpretación de la realidad.
NOTAS
Pardo, María Laura (2004) Proyecto de investigación Representación discursiva de la identidad personal y social de los indigentes en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Departamento de Lingüística, CIAFIT, CONICET.

Se toma este concepto de Pardo (2003) quien considera, siguiendo a Ortiz, 2003, dos períodos de globalización en la era moderna, el primero que va desde 1880 a 1917 y el segundo que va desde 1945 (fin de la Segunda Guerra Mundial) hasta ahora.

3 Coincidimos con Pardo (2003 ) en cuanto a que define al capitalismo o al neoliberalismo “siguiendo a Chiapello y Fairclough (2002:188) desde la perspectiva del ACD: el espíritu capitalista puede entenderse como un orden del discurso, una configuración de discursos articulados en conjunto de un modo particular, dialécticamente conectado con modos de actuar (y discursivamente con géneros) e inculcado como modos de ser o identidades (y discursivamente en estilos).

4 Véase Pardo, ML; ¿Es capaz del sistema capitalista de contribuir a la felicidad (pública y privada) humana en el siglo 21? El caso de Argentina, en: Instituto Ambrosio Rioja, Facultad de Derecho de la UBA.


En Nueva York, a finales de la década del ´80, se incorpora a los “homeless” (sin techo), como vendedores del periódico Street News como oferta laboral para los que padecían tal situación. A partir de allí surge The Big Issue( Londres), como revista que rescata la “voz” de los indigentes y que se constituyó en un referente para emprendimientos similares en el resto del mundo. ( Noblia, 2003)

Para ubicarnos en el contexto de los textos que se pretende abordar, haremos una sucinta historia de la Revista “Ángel de Lata”, que será el eje narrativo sobre el cual se inscribirá la investigación. Para ello nos tenemos que referir a la historia personal de quién fuera su gestor Claudio Lepratti, alias “el Pocho”.
En 1989, Lepratti, El Pocho, miembro de una familia de agricultores pobres de un pequeño pueblo de la provincia de Entre Ríos, llegaba a Rosario para dedicarse a la militancia popular Se isntala en el barrio pobre de Ludueña Norte. Allí, comenzó a estudiar sacerdocio en la escuela-parroquia del padre Edgardo Montaldo. También se recibió de profesor de filosofía.De esta manera empezó a predicar su concepción del mundo entre los más necesitados
Además, El Pocho se dedicó a trabajar de cocinero para cientos de chicos en la escuela Nº 756 del barrio Las Flores, una de las villas miseria más grande de la ciudad de Rosario En ese contexto, Lepratti, dio origen a su proyecto: la organización y coordinación de varios grupos de jóvenes del barrio que se reunían a aprender cómo resolver las adversidades de la vida en una villa miseria. La Vagancia, Los Gatos, Los Piqueteros, Los Rope, Las Terribles, La Murga de los Trapos y Los Peloduros son algunos de estos grupos.
Uno de los mencionados grupos, La Vagancia, bajo la dirección de Lepratti, elaboró una publicación barrial llamada El Ángel de Lata que es el material nos convoca en esta investigación. La revista es vendida por chicos de la calle.
En la escuela mencionada, el 19 de diciembre de 2000 El Pocho fue asesinado por la policía cuando trataba de impedir que ésta agrediera a los villeros que habían salido, como tantos otros barrios pobres del país, a reclamar aquello que por derecho le corresponde: “la dignidad, que a veces viene en forma de alimento”(como dijo un vocero periodístico en la ocasión).
La misma tarde del asesinato, Milton, integrante del grupo La Vagancia, coordinador de la revista “Ángel de Lata” recordó: "[Claudio] Siempre nos decía que pase lo que pase sigamos para adelante. Que si terminamos la escuela primaria empecemos la secundaria. Que nada nos pare. Y por eso ahora nosotros vamos a seguir".
La revista sigue saliendo a la calle, aún hoy, después de 5 años de haber ocurrido esto.


ya que al decir de Bruner (1997): (…) la problemática es el motor de la narración y la justificación para llegar a un público con una historia. Es el olor a problema lo que nos lleva a buscar los constituyentes relevantes o responsables en la narración, para convertir la problemática cruda en un problema confortable que se pueda manejar con temple procedimental”.

8 La TRS intenta comprender el funcionamiento psicológico de carácter individual y social al establecer vínculos con procesos sociales, de carácter colectivo y las funciones de procesamiento de las representaciones sociales. El ACD trata de explicar de qué manera los hablantes usan enunciados que ponen de manifiesto saberes socialmente compartidos y también trata de dilucidar la construcción y reproducción de la cultura.










































BIBLIOGRAFÍA

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Prof. Mgter. Elba Guntern Weibel.

martes, julio 26, 2005

¿Cómo escribir una monografía?

Estas son las instrucciones para escribir una monografía. Pueden utilizarlas tanto para armar la de este seminario como para cualquier otra monografía, artículo o trabajo.

Toda monografía debe tener nombre, apellido, dirección de correo electrónico y un resumen de 200 palabras en el que rápidamente pueda verse el contenido del trabajo. Además deben colocarse al menos 3 palabras que cosidere claves o sea que crea categorizan a su trabajo. No olvide numerar las hojas y colocar en cada una su nombre y apellido.

¿Cómo se hace el resumen?

El resumen repite los puntos que deben tratarse en la monografía, solo que de modo extremadamente conciso. Debe contener los objetivos del trabajo (¿por qué hago esta investigación?), las hipótesis teóricas del trabajo (son teóricas porque este es un trabajo realizado con metodología cualitativa), el marco teórico, la metodología explicitada (lo que incluye el corpus), un ejemplo clave y las conclusiones fundamentales a las que se ha llegado.

Volviendo a la monografía, esta después del resumen debe incluir:

a) una Introducción. En ella se especifican los objetivos generales y especifícos del por qué se realiza la investigación. Por ejemplo: porque el análisis sobre la representación discursiva que sobre sí y su entorno tienen los sin techo es imprescindible para mejorar sus condiciones de vida, sin someterlos a lo que los gobiernos, organizaciones, etc, creen que es lo mejor para ellos sin tener en cuenta sus reales necesidades.

b) un Estado del área. Es capítulo que se dedica a comentar críticamente (dando opinión personal) los trabajos anteriores que se han realizado sobre el tema de investigación, tanto a nivel nacional como internacional. Debe ser lo más exhaustivo posible y mediante la opinión ir definiendo el marco teórico (las teorías sobre las cuales la investigación se sostiene) que aparecerá al final del Estado del área.

c) un capítulo sobre Metodología. Sin duda, el capítulo fundamental de una tesis. Debe definirse qué tipo de metodología se utiliza (cualitativa o cuántitativa), qué métodos se utilizan (teorías de Medio Rango o etnometodológicas, eleboración de historias de vida (trabajo de campo), recolección de datos, etc.). Si se triangulan o no datos (es decir si se mezclan datos cuantitativos con cualitativos). También deben estar aquí desarrolladas todas las hipótesis teóricas. Las categorías conceptuales con las que se trabaja. El corpus que se elaboró. EL diseño de la Muestra teórica (el corpus que se usará divido en categorías y con número de textos a analizar por categoría, más las categorías lingüísticas con las que se elaborará el análisis), de la de Control, si la hubiera, (esta es una muestra que se utiliza para revalidar los datos, por ejemplo, podemos testear lo que obtuvimos en historias de vida en Santa Fé con una muestra en Corrientes) y de la de Contraste (esta, en general, ya está incluida en la de diseño, si tomamos discursos de la calle será bueno tener discursos en comedores y hogares para ver si la situación comunicativa no hace variar los resultados).

d) Análisis lingüístico. Este capítulo contiene el análisis realizado, al menos sus partes más importantes, otras secciones pueden ir en un anexo. Debe quedar bien ejemplificado lo que se intenta demostrar. Debe sistematizarse lo analizado!

e) Conclusiones. Aquí deben redactarse las conclusiones a las que se ha arribado con la investigación. Puede haber conclusiones parciales y-o generales.

f) Referencias. Por último y con este título deben aparecer todas las citas que se hayan hecho en el texto de la monografía. Ni más textos ni menos textos. Deben evitarse las citas de citas!!!

Estilo:

las monografías pueden redactarse en Times New Roman 11, a doble espacio, con títulos en negrita y subtítulos en itálica. Las negritas deben evitarse lo más posible en el texto. Las citas van sin comillas y en itálica cuando tienen más de dos renglones, sino pueden citarse en el texto mismo. Para un pormenorizado comentario sobre el estilo de una tesis, veánse las recomedaciones a autores que se encuentran en la revista DISCURSO.org en:
www.discurso.org

Programa Seminario Metodología de la Investigación Lingüística FFYL-UBA, 2005

Seminario de Metodología de la investigación lingüística

Objetivos

El propósito del Seminario es hacer un análisis crítico acerca del estudio teórico y la práctica del análisis lingüístico de textos (según el estado del área hoy) que constituye un método de investigación para la Lingüística y otras Ciencias Sociales.

Los objetivos específicos de este seminario son:
a) brindar los conceptos necesarios en el área de la metodología científica lingüística para su conocimiento teórico y para su aplicación en investigaciones concretas de carácter interdisciplinario o multidisciplinario,
b) otorgarles las herramientas del Análisis del Discurso necesarias para su utilización como método cualitativo de análisis para la Lingüística y las Ciencias Sociales.

Temática

1. Ciencia y método. El alcance de los términos y sus mutuas dependencias. Cuantificación y cualificación.
2. Metodología cuantitativa. Conceptos básicos. Niveles de análisis. Hipótesis.
3. Metodología cualitativa. Categorías conceptuales. Propiedades. Hipótesis teóricas.
4. Paradigma positivista, Paradigma interpretativo dentro del marco de la investigación lingüística.
5. El problema de los datos: su triangulación.
6. Coherencia en la investigación. El problema de las variables en estudios sociales. El uso de categorías.
7. Metodología de la investigación lingüística: el Análisis del Discurso (AD) como método. El texto como herramienta heurística. La doble hermenéutica. Multidisciplinas.
8. Distintas aproximaciones cualitativas dentro del Análisis del Discurso. Las nociones de práctica discursiva, práctica social, texto, para método y análisis de la investigación lingüística (Fairclough) El nivel micro: el programa metodológico y de análisis del Análisis Crítico del Discurso (Wodak). Principios, estrategias y recursos. El nivel medio: Teorías de Medio Rango (Craig). El rol de la etnometodología. El nivel macro: Teorías base.
9. Cómo se realiza un trabajo de campo orientado al discurso. Relación entre práctica social y práctica discursiva? Muestras teóricas. Saturación de celdas. La entrevista y la historia de vida. Elementos discursivos indispensables para un análisis del discurso como método.
10. Cómo hacer una buena etnografía. Rol de la etnografía en la investigación.
11. Iniciación al método sincrónico-diacrónico para el análisis de textos.
12. Ejemplificación y práctica.


Tipos de actividades

Sobre un eje temático básico que implicará momentos de exposición a cargo del docente, el trabajo consistirá principalmente en el planteo, diálogo e indagación de las cuestiones propuestas; síntesis provisionales e indicaciones de nuevas perspectivas a ser consideradas; aportes de lecturas, indagaciones bibliográficas y de datos empíricos; propuesta de borradores para ser analizados y comentados por los demás; formulación, corrección y enriquecimiento de proyectos de investigación y, muy especialmente, una práctica de investigación que incluye trabajo de campo.

Asistencia y evaluación
Los alumnos deberán cumplir con el 80% de asistencia a las clases. La evaluación se hará sobre la base de una monografía final que no puede tener una calificación menor de 4 (cuatro) puntos.
Bibliografía específica

· Craig, J. Calhoun. Critical Social Theory: Culture, History, and the Challenge of Difference (Twentieth-Century Social Theory)
· Cicourel, A. 1992. The Interpretation of communicative contexts: examples from medical encounters, en: Duranti, A. y Goodwin, C. 1992.
· Creswell, John W. 1994. Research Design. Qualitative and Quantitative Approaches. Thousand Oaks: SAGE.
· Denzin, N.K. y Y.S. Lincoln (eds.) 1998. Collecting and Interpreting Qualitative Materials. Thousand Oaks (CA): Sage
· Fairclough, Norman. 1998. Propuestas para un nuevo programa de investigación del Análisis del Discurso, en: en: Martín Rojo, Luisa y Rachel Whittaker (eds.). 1998. Poder - decir o El poder de los discursos, cap. 1: 35-54. Barcelona: Arrecife.
· -------------------------------. 1998. Discourse and Social Change, en: Cuadernos de Sociolongüística y Lingüística Crítica. Trad: Julia Zullo, Virginia Unamuno, Alejandro Raiter, Paula García. Buenos Aires: Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Buenos Aires
· Fairclough, N. Y R. Wodak. (1997): Critical Discourse Analysis, en T.A. van Dijk, T. (comp.). 1998. Introduction to Discourse Analysis. London: SAGE 258-284.
· Gee, J.P.; Michaels, S. Y M.C. O’Connor. 1992. Discourse Abalysis, en: Le Compte, M.D.; W.L. Millroy y J. Preissle (eds.) 1992. The Handbook of Qualitative Research in Education. San Diego: Academic Press.
· Krippendorff, K. 1990. Metodología de análisis de contenido. Teoría y práctica. Barcelona: Paidós.
· Martin, J.R. y Robert Veel. 1998. Reading Science. Critical and Functional Perspectives on Discourses of Science. London: Routledge
· Martín Rojo, Luisa, M. Laura Pardo y Rachel Whittaker. 1998. El análisis crítico del discurso: una mirada indisciplinada, en: Martín Rojo, Luisa y Rachel Whittaker (eds.). 1998. Poder - decir o El poder de los discursos. Barcelona: Arrecife.
· Pardo, M. Laura y Luisa Martín Rojo. 1999. Con -fines del discurso, en: Revista iberoamericana de Discurso y Sociedad. 1999. Vol.1, nro. 1: 3-8. España: Gedisa.
· Pardo, M. L.aura y Valentina Noblía (eds.). 2000. Globalización y nuevas tecnologías. Buenos Aires: Biblos.
· Pardo, María Laura. 2001. Linguistic persuasion as an essential political factor in current democracies: critical analysis of the globalization discourse in Argentina at the turn and at the end of the century, en : Special Issue: M. L. Pardo (ed.) Homage to Beatriz Lavandera. Political Discourse in Latin America. Discourse & Society Copyright © 2001 SAGE. Publications (London, Thousand Oaks, CA and New Delhi) Vol 12(1): 91–000 [0957-9265 (200102) 12:1; 435–000; 014079]
· Silverman, D. Introducing Qualitative Research, en: Silverman, D. (ed.). 1997. Qualitative Research. Theory, Method and Practice. London: Sage
· Velasco, H. Y A. Díaz de Rada. 1997. La lógica de la investigación etnográfica. Valladolid: Trotta.
· Watson, R. 1997. Ethnomethodology and Textual Analysis, en: Silverman, D. (ed.). 1997. Qualitative Research. Theory, Method and Practice. London: Sage
· Wodak, Ruth. 2000b. ¿La Sociolingüística necesita una Teoría Social? Nuevas perspectivas en Análisis Crítico del Discurso. Discurso y Sociedad, vol. 2, No. 3. Buenos Aires: Gedisa.

Dra. María Laura Pardo.

lunes, julio 25, 2005

Para los estudiantes Seminario Metodología FFYL- UBA

En este Blog encontrarán material útil para el cursado del seminario y un modo ágil de hacerme llegar sus comentarios sobre distintos aspectos de la materia.
También pueden consultar el programa, artículos, trabajos y el modo en que deben presentar los trabajos prácticos y la monografía final.

Las clases son los días martes de 9 a 13:00 hs en Puán 446. Aún no sé el número de aula pero ni bien sepa se los comunico.

Muchas gracias,
Laura

Para consultas personales: mlpardo@speedy.com.ar

SER POBRE HOY EN CHILE

SER POBRE HOY EN CHILE
ANÁLISIS CRÍTICO DEL DISCURSO DE LOS SIN TECHO.

Equipo: Sebastián Echeverría (sjecheve@vtr.net), María Isabel Mizón (mmizon@puc.cl), Lesmer Montecinos (lmontecs@puc.cl), Beatriz Quiroz (bquiroz@puc.cl) , Camilo Quesada (cequezad@puc.cl) , María Laura Pardo (pardo.lingüística@gmail.com), José Luis Samaniego( jsamanie@puc.cl).

Pontificia Universidad Católica de Chile
Campus San Joaquín
Santiago de Chile
Chile

Esta investigación se enmarca dentro del Análisis Crítico del Discurso en el que nos interesa relevar el discurso que sobre sí y el mundo tienen grupos de indigentes en Santiago de Chile. En este estudio nos centramos en diferentes categorías (representación discursiva) “familia”, “trabajo”, “quiebre” y “reciprocidad” las que se codifican de diversas maneras en el plano lingüístico mediante roles temáticos (Halliday, 1975), jerarquización de la información y tonalización (Pardo, 1996), argumentación (Toulmin, 1958). La metodología es cualitativa. Partimos de la estructuración de Fairclough (1995) en práctica social, práctica discursiva y práctica textual. A la primera práctica le aplicamos una teoría básica (Glaser y Strauss 1967), a la discursiva con el fin de dar cuenta del género y no sobreinterpretar los datos se le aplica una Teoría de Medio Rango (una etnometodología), (Hymes, 1972) y, finalmente, a la práctica textual, se le aplica el Análisis del Discurso.
La muestra se encuentra en proceso de realización pero ya se han obtenido 30 historias de vida recogidas en la ciudad de Santiago de Chile en el Hogar de Cristo. Como muestra de control y comparación comenzamos este año un proceso comparativo con historias de vida de la ciudad de Buenos Aires.

domingo, julio 24, 2005

Equipo Cumbia villera. SAL, 2005

CUMBIA VILLERA: ANÁLISIS DISCURSIVO Y SOCIOCULTURAL

Bruno Berman, Agustina Bogado, Virginia Buscaglia, Gabriela D´Angelo, Mariana Marchese, Ezequiel Robbe, Julieta Sánchez, Marcelo Svartman, María Laura Pardo y María Ignacia Massone
Departamento de Lingüística, Centro de Investigaciones en Antropología Filosófica y Cultural -CIAFIC- y Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas –CONICET, Buenos Aires, Argentina.

Introducción:
A fines de la década de los 90, aparece en la Argentina una manifestación sociocultural denominada cumbia villera. Dicha expresión musical comenzó siendo marginal aunque, actualmente, se encuentra no solo mercantilizada sino que se ha hecho pública extendiéndose a otras clases sociales y a países limítrofes. El objetivo de este trabajo es dar cuenta de las representaciones discursivas que construyen parte del sistema de creencias del grupo del que surge esta manifestación cultural (Geertz, 1987). Las hipótesis teóricas que guían esta investigación en curso son: a) evidenciar qué estructura tienen las letras de la cumbia villera a nivel de recursos y estrategias lingüísticas puesto que muchas de ellas muestran un alto grado de complejidad tanto en el nivel sintáctico, argumentativo como retórico b) dar cuenta de que la cumbia villera es la manifestación sociocultural que ha reemplazado al tango en los ambientes que antaño le dieran origen y c) examinar si esta construcción discursiva responde al discurso que sobre la identidad social y privada tienen los indigentes y pobres que hemos y estamos estudiando mediante historias de vida en un proyecto paralelo. La metodología es eminentemente cualitativa y sigue los lineamientos de Fairclough y Wodak. El corpus consiste de letras de cumbia villera, letras de tangos y rock y cantos de la cancha.

La cumbia villera, subgénero de la cumbia tradicional, comenzó a tomar posición en el amplio espectro de la estética musical. Guachín, Yerba Brava, Meta Guacha, El Indio, son algunos de los tantos nombres de grupos de cumbia villera que están rondando radio por radio, en algunos canales de TV de aire y recientemente con un canal propio, páginas web, importantes revistas, bailantas y boliches bailables a los que concurre gente de alto poder adquisitivo. Es decir que es un fenómeno que en este nuevo milenio parece no distinguir entre clases sociales.
Así como el tango ambas manifestaciones tienen raíces africanas, de hecho, la palabra cumbia deriva de la voz africana cumbé que significa baile. Como su propio nombre lo indica, la cumbia villera está referida a lugares de exclusión, marginalidad, orillas. Este movimiento contracultural es pasible de múltiples lecturas y aunque muchos crean que las letras cumbieras no dicen nada, para nosotros dicen demasiado. La emisión de estas palabras junto al término "villa" coincide con el hecho de que el adjetivo "villera" se usa hoy, como si nada, para describir un sub-género musical. La naturalidad con que se emplea la frase "cumbia villera" demuestra hasta qué punto hemos reducido a fatalidades tales miserias y emergencias. De ahí que el género sea el ruido de los olvidados, explica el periodista Pablo Schanton en el diario Clarín en la nota "Miseria" y "de emergencia" del 23/04/02. El tango y la cumbia villera nacen donde la inmigración cumple el papel de disparador inicial para originar estos movimientos sociales. El tango fue bailado en los arrabales por los descendientes de la inmigración italiana y española que puebla los conventillos y también por los actores del enfrentamiento que caracterizará hasta hoy la diferencia entre la ciudad y “el interior” (“el pueblerino”). Los habitantes de las villas provienen de gente de trabajo que vienen huyendo de la pobreza de diversas provincias argentinas y también de países vecinos, principalmente Paraguay y Bolivia. Así vemos que marginalidad, represión/exclusión, inmigración, márgenes son factores de inflexión en los que se enlazan la génesis de estos dos productos o movimientos sociales.
No es casual que el surgimiento de la cumbia villera se halla originado en la era post menemista, luego del terror ocasionado por un ineficaz modelo neoliberal, donde la privatización y la nefasta mentira del 1 a 1 nos convertía poco a poco en un país en vías de decadencia. Y la gente explotó. La cumbia villera salió a las calles. Algo tenían para decir. Pero ¿qué querían decir?

Te quieren correr / nos quieren barrer / te tiran el rancho / y el tuyo también /Dicen que mi barrio está lleno de hampones / que sólo es un fuerte de droga y ladrones /En sólo una hora se llenó de botones / para tirarlo abajo / y levantar mansiones. /Y ahora tirado estoy / debajo de un puente voy / porque somos marginados /en pelotas nos dejaron / Y ahora tirado estoy / dónde vamos a parar /quemen gomas en la calle / que mi fuerte hay que salvar. (Yerba Brava, en "100% Villero")

La Cumbia Villera encuentra su profusión en la expresión del deseo de ser escuchado pintando una realidad que aún sigue siendo imposible de ver para muchos o solo observada como hechos que le pasan a otros y, en general, ligados a temas de delincuencia y robo.
Tanto el tango como la cumbia villera tienen lenguaje propio: la cumbia villera surge como expresión de la villa miseria y el tango aparece como un corolario del prostíbulo. Las letras de los tangos difundieron el lunfardo llevándolo de las zonas marginadas al habla popular de clases medias (Lipski 1996), en este sentido, la cumbia villera difundió las innovaciones de un grupo social determinado al resto de las clases sociales, particularmente al habla de los jóvenes.
Una característica del lenguaje villero es la coprolalia, que es la preferencia por las palabras agresivamente sucias, con cierto tono “peyorativo”. No conoce eufemismos, utiliza lenguaje explícito que la sociedad excluye de su léxico. Es tal vez esta una de las maneras de expresar la diferencia que marcan con los caretas o conchetos. Gobello y Oliveri (2003) ven dicha desfachatez del lenguaje como degradación. Sin embargo, nosotros adherimos a la idea de que estas manifestaciones culturales son precisamente espacios de creación lingüística, ya que no solo de creación de léxico se trata sino de incluso violación de las más usuales reglas del español, tal como el adjetivo “alta” que viola las reglas del uso de adjetivos: alta flor, alta fiesta, y cuyo uso se ha extendido a todas las clases sociales, siendo más frecuente en el lenguaje adolescente ya que son los jóvenes los que más adhieren a los cambios lingüísticos. Sin embargo, es necesario remarcar que no siempre los significados se trasladan de modo idéntico cuando se cruzan las barreras de las clases sociales. También nos parece importante señalar que estas expresiones violentas son solo una parte de la cumbia villera ya que muchas de sus letras se caracterizan por su léxico romántico, muy pulido en el aspecto métrico y con verdaderos juegos de metáforas, mundos posibles que se logran por el uso del condicional y el subjuntivo y una suerte de nuevo gongorismo en el armado de la poesía.
Consideramos a esta variedad dialectal como un subproducto que irremediablemente se desprende del dialecto rioplatense que lo enmarca, es decir, que tiene al dialecto rioplatense como base conviviendo con este y articulando determinados cambios que le dan su carácter exclusivo (Berman, 2004). Esta variedad podría ser pensada como un sociolecto particular, siempre dentro del dialecto rioplatense vernáculo, en tanto opera una serie de innovaciones lingüísticas propias de una determinada clase social. Es pertinente, en este momento, aclarar que en este trabajo consideraremos la variedad propuesta -la cumbia villera- como impulsora de los cambios o innovaciones lingüísticas en el resto de la sociedad. Pero en todo caso, las innovaciones de la cumbia villera tienen primero su origen en cambios lingüísticos producidos en los barrios de los cuales ellos mismos son parte. Es decir, que a través de la cumbia villera se articula el traslado de los cambios lingüísticos producidos en ciertos sectores de la sociedad, y por lo tanto, resulta un lugar privilegiado para llevar a cabo su estudio. Es preciso tener en cuenta, llegado este punto, el concepto de Labov (1972) de prestigio encubierto, por el cual, un miembro de un grupo refuerza una opción (Halliday 1978) particular de la lengua para establecer un vínculo de pertenencia a ese grupo, tuviere o no este grupo prestigio en el resto de la sociedad. Siempre que hay crisis económicas severas en una sociedad, una nueva fragmentación dialectal puede tener lugar. Probablemente, los grupos que estas crisis dejan marginados pueden encontrar a través de la lengua un espacio o un vehículo para reafirmar su identidad, y por extensión, su ideología, sus valores y también, para expresar, por esta vía tan poderosa, una forma de protesta.
La cumbia villera y el tango en cuanto a sus letras comparten una serie de rasgos importantes. El primero es el de la temática sexual y la droga. Veamos primero la sexual: Podemos notar que el tango - no prescinde de las referencias o connotaciones sexuales que se explicitan aún más en los versos de la cumbia villera. Sexo y droga son dos temas presentes en ambas manifestaciones. Basta recorrer algunos títulos de los primeros tangos: Sacudime la persiana, El Fierrazo, Bartolo tenía una flauta, Que polvo con tanto viento, Dos sin sacar. Incluso "El Choclo" que aunque literalmente significa mazorca de maíz, en sentido figurado y vulgar, equivale al castellano "chocho" o "coño".
Y frases en los primeros tangos como: “Canfinfle dejá esa mina. ¿Y por qué la voy a dejar si ella me calza y me viste y me da para morfar?” o aún más obscenas como .”¿Qué bueno es hacer franela y estar sentado en las sillas mientras que al otario adentro se le plantan las ladillas!//No hay más arrastrada que la vida de las putas: los lunes cobran las latas y los martes andan fallutas”. Gobello y Oliveri (2003) dicen que en el tango el sexo es una consecuencia de la pasión amorosa y de la fidelidad, y que ni el sexo lúdico ni los juegos sexuales entran en su esfera, “los rechaza a tal punto que castiga el juego sexual y la promiscuidad con la pena capital”.
Ahora veamos qué sucede con el tema de las drogas:
Puede verse que en las letras del tango, entre los años 20 y 30, “solían oler a estupefacientes”, dicen Gobello y Oliveri (2003). En el tango Noches de Colón se lee los paraísos del alcaloide para olvidarla yo paladeé, en Cotorro Azul “tengo allí mi elixir, la cocó que ha de hacer disipar todo mal”, en Che Papusa oí “por raro snobismo tomás prisé”, en A Media Luz “como en botica cocó”, en Corrientes y Esmeralda “curdelas de grapa y locas de pris”.
Obviamente en la cumbia villera el tema de la droga es frecuente aunque con significantes diferentes, La Cumbia del Sonidero del grupo Flor de Piedra dice “me crié adentro de un rancho, entre humo, coca y borrachos..” Otro tema interesante es la femeinización de la droga “rescatate, largala a María Juana”(El Gaucho del conjunto El Indio), “Yo tengo una flor/ la tengo que cuidar/y cuando sea grande/me la voy a fumar” (Mi Flor de Damas Gratis). Otros nombres para distintas drogas son todos femeninos: anestesia, vela, vitamina, rama, yerba, chala, sustancia, falopa, pasta, frula, tuka, aunque también hay palabras de género masculino: porro, faso, churro, ravioles. Muchos de estos términos provienen del rock y del lunfardo de los orígenes.
Luego de analizar el léxico de nuestro corpus de letras de cumbia villera, podemos decir que en ella se dan cuatro grandes temáticas íntimamente relacionadas entre sí: el amor frustrado; la mujer objeto de deseo; la injusticia social y la fiesta (el festejo, la diversión).
El segundo tema entonces es el de la mujer.
Ahora bien, si la mujer es la patria perdida o que los ha traicionado, ¿cuál es el lugar de la mujer mujer en el tango? ¿Cuál en la cumbia villera? ¿La falta de respeto llega hasta la mujer en la cumbia como afirman Gobello y Oliveri? ¿Es la mujer en la cumbia solo un instrumento, de qué, por qué? Creemos que la concepción de la mujer en la cumbia villera es más compleja que la tesis propuesta por estos autores. De hecho aún hoy en las villas se sigue defendiendo a la mujer a punta de navaja o de pistola. La mujer sirve en la cumbia villera para mostrar la diferencia, como un elemento más de crítica social, no es la mujer concheta la que ellos buscan “Tú no eres como yo /como yo te buscaba/ como te necesitaba/ por eso es que tú, no/ no vas a ser para mí “ (No eres para mí de Damas Gratis).
El tercer tema es el amor pérdido.
“Me la paso refumado/todo el día intoxicado por tu amor/ mirá como me has dejado/si no me mata la droga/me mata tu amor/tu amor”. (El Churro Verde de Damas Gratis), “Hoy que tengo el corazón partido en mil pedazos/te robastes a mi amor, te marchastes de mi lado...para olvidar a mi amor me deliro en el faso/que me hace alucinar que te tengo en mis brazos” (Solo Aspirina de Damas Gratis). Se dice del tango que es nostálgico por esos amores perdidos, también la cumbia villera lo es.
Más tarde, con la llegada de los primeros letristas cultos, el tango abandona su ámbito original y se ve obligado a disimular la procacidad de sus primeras canciones. Sin embargo, el lunfardo resucita rápidamente, pero ahora en manos de compositores ajenos al mundo delictivo que lo había engendrado. Las letras de Celedonio Flores reflejan los problemas del pueblo y la moral del suburbio, utilizando el lunfardo que habla la gente ("Corrientes y Esmeralda", "La Mariposa", "Mano a mano", "Muchacho").
En relación a la temática del amor, se repite la asociación amor-prisión. El hombre, que en otras canciones representa discursivamente a la mujer como objeto, es el mismo que la caracteriza como poderosa frente a un ser masculino débil: “...gobernado sos vos/ tu mujer te dominó”( Damas Gratis, “El Gobernado”) ; “Por favor no me ilusiones y dime si tú estás en eso”; “Ahora yo me siento preso y no puedo calmar este gran dolor” (Altos Cumbieros, “Dime si tu estás en eso”). Aquí vemos la representación discursiva de un hombre dominado, que ruega cierta piedad. Sin embargo, este mismo ser es el que luego dirá “Ay, mirá como se mueve esta hembra”(Banda XXI, “A mover la cinturita”) ; “Ya no te hacés la linda/ te vamos a entubar”(Grupo Uno, “Alta gira con marina”). Aquí se pone en evidencia un juego de negociación hombre-mujer planteado en la cumbia villera. Si bien, muchas canciones tienen como eje al cuerpo de la mujer; otras tantas focalizan en la debilidad del hombre: “Quisiera explicarte que mi mundo eres tú” (...). Por lo tanto, podemos decir que se presenta a la mujer mediante una imagen desdoblada: por un lado, la mujer objeto; por otro, la mujer amada y fuerte capaz de “romper corazones” y de debilitar al macho cumbianchero.
Refiriéndonos a la fiesta como cuarto tema principal en las letras de cumbia villera, resulta interesante el vínculo directo establecido entre fiesta, cumbia, marihuana, sexo y alcohol. La droga aparece fuertemente ligada al “no tener”, a la desposesión. La pérdida del amor se presenta como una de las causas del consumo de marihuana, así como también de la delincuencia: “ Re loco estoy aquí porque no tengo más tus besos (Grupo Uno, “Re loco”) se que tú no me quieres más / por eso ahora yo salgo a robar”. Parafraseando la letra podríamos pensar en lo siguiente: no tengo tu amor, no tengo nada, entonces, busco lo que me falta en la droga, en el robo. Es aquí que la cumbia parece surgir “para olvidar lo triste de tu vida” (“Mamá soltera”-falta el nombre del grupo). La cumbia villera se propone, a partir de sus letras, como una salida de la tristeza. Claro que esta tristeza no involucra solamente cuestiones amorosas sino también familiares “Hermanito mío,/todo es distinto /desde que mamá se fue/pero Dios se la ha llevado /y sólo él sabe por qué” (Guachín). La cumbia villera da cuenta de un nosotros, de una identidad marcada referida a un grupo que parece compartir una ideología, una manera de ver el mundo, de sufrir y de vivir. Queda claro que el campo semántico de la cumbia villera, del “nosotros”, se liga a la sinceridad, a lo humilde, a la fiesta, a lo grupal “la hinchada”. Mientras que el campo semántico de “los otros” tiene una connotación negativa, ligada a la hipocresía, a la frivolidad. Se construye un nosotros que vive una realidad opuesta a la vida del “careta”. Por lo tanto, “la joda” para el villerío no será la misma que para la gilada. En esta construcción del otro reconocemos claramente a la policía “Decís que te llame Oficial Juan Pérez pero vos me llamás “delincuente” (Juan Pérez, Los Pibes Chorros). El conector adversativo “pero” da cuenta de esta oposición tajante entre la cumbia villera y la policía como una antítesis. La policía se presenta como representante de la injusticia social, como propagadora del prejuicio contra los pobres.
En esta breve y acotada presentación de esta investigación exploratoria es importante destacar que si bien la cumbia villera muestra una realidad difícil de ser aceptada y observada por las clases sociales medias y altas, el sistema de creencias al que responde la cumbia villera sigue siendo el de la clase media burguesa. La cumbia villera muestra una alta adhesión a los valores religiosos y morales propios de grupos conservadores que estipulan que la droga, el sexo, la prostitución, el feminismo, las madres solteras son inaceptables en esta sociedad. La cumbia villera justifica en sus letras la mayoría de estas acciones. Pero es esa misma necesidad de justificación la que nos habla de un sentimiento de culpa y de un reconocimiento de que se ha cometido un error y hasta de una condena (dada por la mala vida del hijo) :
Esta es la historia de una madre insaciable que criando su hijo cometía un error
No oyó consejos siguió sus sentimientos y aunque vendió su cuerpo por su hijo lucho
Amor de madre es un amor infinito es el fruto en el vientre es un regalo de Dios
Algunas veces cometemos errores y esa pobre mujer no tuvo otra opción (Altos cumbieros)

La cumbia villera se muestra así como un espacio de intersección entre un discurso que fue y sigue siendo dominante frente a uno nuevo capaz de ir generando espacios más humanos, más realistas, más honestos, donde buscar el por qué de ciertas actitudes en vez de prejuzgar y condenar. De hecho la clase alta está fuera de aquel discurso dominante pero por motivos muy diferentes como la anulación del otro y el egocentrismo propio de las políticas neoliberales.
Referencias
. Berman, B. (2004). Cumbia Villera: bases para un nuevo dialecto en Buenos Aires. Trabajo para la cátedra Filología, facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires.

. Geertz, C. (1987). La Interpretación de las Culturas. Madrid, Gedisa.

. Gobello, J. y Oliveri, M.H. (2003). Tangueces y Lunfardismos de la Cumbia Villera. Buenos Aires, Corregidor.

. Halliday, M.A.K. (1978). El lenguaje como Semiótica Social. México D.F., Fondo de Cultura Económica.

. Labov, W. (1972). Modelos Sociolingüísticos. Madrid, Cátedra.

. Lipski, J.(1966). El Español de América. Madrid, Cátedra.

viernes, julio 22, 2005

Laura ACD y otros

Con este Blog me propongo crear un espacio para compartir con aquellos a los que les interesa el lenguaje. Está especialmente dedicado a estudiantes, investigadores, colegas e interesados en la relación entre lenguaje y sociedad.
Espero que este sea un lugar que facilite el intercambio de trabajos realizados, a realizar, investigaciones exploratorias, artículos, comentarios, reseñas. También desearía que funcionara como una herramienta para hacer más ágiles las actividades académicas y, sobre todo, que las pusiera en contacto estrecho con el día a día de aquellos que formamos parte de esa comunidad. De ese modo, la narración de experiencias personales vinculadas con la investigación enriquecerán a esta última haciendo más evidente la interacción que une al investigador con su exploración.
Quedan todos invitados,

Laura Pardo

Panel para la SAL (Laura Pardo)

X Congreso de la Sociedad Argentina de Lingüística - Salta, 2005
PANEL: Lenguaje y Discurso: Usos, actitudes y políticas

Dra. María Laura Pardo
CIAFIC-CONICET-UBA

La argumentación en el discurso de los indigentes de Buenos Aires y Santiago de Chile .

Este trabajo es resultado de mi investigación sobre el discurso de los sin techo en Buenos Aires y Santiago de Chile. Desde un Análisis Crítico del Discurso y utilizando un método que he desarrollado para el análisis sincrónico y diacrónico de los textos (Pardo, 2004, 2005) que permite acceder más fácilmente a la relación entre la práctica social y la práctica discursiva, mi propósito es dar cuenta del fenómeno de la argumentación. La argumentación puede verse no solo como parte de una práctica social que se desarrolla en determinada práctica discursiva sino como algo inherente al lenguaje dado su carácter dialógico en el sentido de Voloshinov, 1981. Más allá de que puedan admitirse diferencias entre Argumentación y un grado de argumentatividad (Lavandera, 1988, Toulmin, 1958), entendiendo que el primero hace al uso de una práctica y el segundo a una característica textual, lo importante es la aplicación (análisis lingüístico) que este método permite sobre los textos (en este caso: las historias de vida de los sin techo) y sus consecuencias teóricas.
La metodología es eminentemente cualitativa y sigue, de modo general, los lineamientos de Wodak, 2000. Sobre una muestra de 60 historias de vida en Buenos Aires y 60 en Santiago de Chile analizo cómo argumentan estas personas sobre distintos aspectos que hacen a su identidad personal y social e intento mostrar diferencias y similitudes lingüísticas y culturales.